José Zorrilla y Moral, nacido el 21 de febrero de 1817 en Valladolid, España, es uno de los poetas y dramaturgos más importantes del romanticismo español. Su vida y obra reflejan el espíritu de una época marcada por la búsqueda de la libertad y la expresión de las emociones. A lo largo de su carrera, Zorrilla se consolidó como una figura esencial en la literatura española, destacándose por su talento en la poesía y el teatro.
Desde una edad temprana, Zorrilla mostró aptitudes literarias. Su familia, de raíces literarias, influyó en su formación. Se trasladó a Madrid en 1833, donde se unió a los círculos literarios y comenzó a relacionarse con otros escritores. Durante sus años en la capital, Zorrilla se destacó por su estilo romántico y su capacidad para plasmar los sentimientos y las pasiones humanas en sus obras.
Una de sus obras más emblemáticas es la dramática "Don Juan Tenorio", escrita en 1844. Esta obra no solo es un hito del teatro español, sino que también ha influido en la representación del mito de Don Juan en la cultura occidental. La historia de la seducción, el amor y la redención de Don Juan ha resonado a lo largo de los siglos, convirtiéndola en un clásico eterno. Zorrilla logró dar una nueva dimensión a este personaje, dotándolo de un profundo sentido de la moral y la consecuencia de sus actos.
En su poesía, Zorrilla también empleó temas románticos, tales como el amor, la naturaleza y la muerte. Sus poemas son a menudo melancólicos y llenos de anhelos. Su capacidad de evocar la emoción a través de la palabra lo posicionó como uno de los poetas más destacados de su tiempo. El romanticismo le permitió experimentar con formas y estilos, lo que resultó en una producción rica y variada.
A pesar de su éxito, Zorrilla enfrentó dificultades a lo largo de su vida. La política inestable de su época, así como sus propias dificultades económicas, le llevaron a un exilio prolongado en París durante parte de la década de 1850. Sin embargo, esto también le brindó la oportunidad de relacionarse con otros artistas y literatos, enriqueciendo su propia obra con nuevas influencias. Durante su estancia en la ciudad luz, Zorrilla publicó varias obras que consolidaron su reputación en el ámbito literario.
Regresó a España en 1864, donde continuó escribiendo y participando en la vida cultural. Fue muy prolífico en sus últimos años, produciendo no solo poesía y obras de teatro, sino también ensayos y relatos. La temática de sus obras evolucionó con el tiempo, y comenzó a explorar cuestiones más críticas y filosóficas sobre la sociedad y el ser humano.
Zorrilla recibió múltiples premios y reconocimientos a lo largo de su carrera, incluyendo el título de académico de la Real Academia Española, lo que es un testimonio de su influencia y relevancia en la literatura española. Su legado perdura hasta nuestros días, y su destacada figura en el romanticismo español ha sido objeto de estudio y admiración en todo el mundo.
Falleció el 23 de enero de 1893 en Madrid, dejando tras de sí una vasta obra que continúa siendo leída y representada. La vida y obra de José Zorrilla se erigen como un testimonio de la riqueza y complejidad del romanticismo, y su legado sigue vivo en la cultura literaria de habla hispana.