Durante treinta minutos, diseminados a través de las veinticuatro horas de un día, muchas mujeres —María, Alicia, Paola, Dafne, Xiang, Minerva, Veronique, Candela, Loren, Elizabeth, Fátima, doña Leo...— sienten y expresan sexo. Inmersas en diferentes momentos eróticos, crean una atmósfera especial donde la consecución del placer es su único objetivo. Cada momento es incomparable y mágico. De distintas edades y nacionalidades, cada mujer transmite las emociones de gozo y de disfrute que su cuerpo le pide. Todas, solas o acompañadas, en situaciones cotidianas, aportan frescura y...