Política y destino

En tiempos se consideraba que la política podía ofrecer a las sociedades humanas el control sobre su destino. Hoy en día predomina, no obstante, un gran pesimismo sobre la capacidad de control de los seres humanos, y menos aún mediante la política. Esta nueva percepción fatalista de la condición humana proclama que vivimos en jaulas de hierro erigidas por vastas fuerzas impersonales surgidas de la globalización y la tecnología: una sociedad que es a la vez antipolítica y apolítica, una sociedad sin esperanza ni medios para imaginar o impulsar un futuro alternativo. Refleja la...


























































