Lydia Cabrera fue una escritora, etnóloga y artista cubana, nacida el 20 de febrero de 1899 en La Habana, Cuba, y fallecida el 19 de febrero de 1991 en Miami, Estados Unidos. Su vida y obra están profundamente ligadas a la cultura afro-cubana, la cual estudió y promovió a lo largo de su carrera, convirtiéndose en una figura fundamental en la literatura y la antropología de Cuba.
Desde joven, Cabrera mostró un gran interés por la cultura y las tradiciones populares de su país. Estudió en una escuela de arte y desde muy temprana edad comenzó a escribir, publicando sus primeros relatos en revistas locales. Su vida se vio marcada por el contexto político y social de Cuba, lo que moldeó su perspectiva y su compromiso con las causas sociales.
En 1939, Cabrera publicó su primer libro, El monte, una obra que reunió una serie de relatos, ensayos y estudios sobre la religión y el folclore afrocubano. Este trabajo es considerado una de las obras más significativas de la literatura cubana, ya que destaca por su profunda investigación y respeto por las tradiciones africanas que influyen en la identidad cubana. En El monte, Cabrera recogió mitos, leyendas y prácticas de la religión yoruba, revelando así un universo cultural que había sido históricamente marginalizado.
A lo largo de su vida, Cabrera se dedicó a la recopilación y preservación de la tradición oral y las creencias afrocubanas, convirtiéndose en una de las primeras mujeres en investigar y documentar estos aspectos de la cultura cubana. Su obra no solo investigó la religión, sino que también abordó temas como la música, la danza y la literatura popular, aspectos intrínsecos de la cultura cubana que reflejan la herencia africana.
Durante su estancia en París en la década de 1940, Cabrera se relacionó con importantes figuras del surrealismo y otras corrientes literarias, lo que a su vez enriqueció su obra literaria. Fue amiga de autores como André Breton y Pablo Picasso, quienes influyeron en su obra. Sin embargo, siempre mantuvo un enfoque en su identidad cultural cubana, lo cual se puede observar en su estilo literario y sus temas recurrentes.
Además de ser una escritora prolífica, Cabrera se desempeñó como etnóloga, participando activamente en la Universidad de La Habana y en diversas instituciones dedicadas al estudio de la cultura afrocubana. Su trabajo en este campo le permitió profundizar en el entendimiento de las raíces africanas y su influencia en la cultura cubana contemporánea.
A lo largo de su carrera, Cabrera publicó numerosos libros y artículos, algunos de los más destacados son:
- El monte (1939)
- Los pasos de los ancestros (1957)
- La tierra que no se olvida (1965)
- Cuentos negros de Cuba (1969)
El compromiso de Lydia Cabrera con la defensa de la cultura afrocubana la llevó a convertirse en una figura clave en la lucha contra el racismo en Cuba. Su obra literaria y su labor investigativa se convirtieron en un vehículo para resaltar las contribuciones de la cultura africana al desarrollo social y cultural de Cuba, fomentando el orgullo en las raíces africanas de la nación.
Después de la revolución cubana de 1959, Cabrera se trasladó a Estados Unidos, donde continuó trabajando y escribiendo. A pesar de vivir en el exilio, nunca dejó de estar profundamente conectada con Cuba y su cultura. Su legado perdura en el reconocimiento de las tradiciones afrocubanas y su valorización, y su obra sigue siendo estudiada y admirada.
Lydia Cabrera falleció el 19 de febrero de 1991 en Miami, pero su espíritu y su contribución a la literatura y a la cultura cubana continúan vivos. Su trabajo no solo ha enriquecido la literatura latinoamericana, sino que también ha abierto un camino para que futuras generaciones de escritores y estudiosos aborden la rica herencia cultural de su país.
La vida y obra de Lydia Cabrera son un testimonio de la importancia de la diversidad cultural y la necesidad de preservar y valorar las tradiciones que construyen la identidad de un pueblo.