Flores De La Pradera

Publica en 1895, “Peñas arriba” es considerada una de las mejores obras de José María de Pereda, y una de las novelas imprescindibles del siglo XIX. Pereda narra la estancia de Marcelo en casa de su tío Celso en Tablanca durante un invierno, su tío lo hará su heredero. Tras excursiones y conversaciones con sus habitantes, Marcelo se va encariñando con el lugar y su impresionante naturaleza. Participa en la cacería de un oso y sobrevive a un temporal de nieve. Al morir su tío, elige una esposa de Tablanca, donde se instala ya hasta el fin de sus días.

Ya nadie parece estar a salvo, ni siquiera allí donde había paz. Dos profecías, una conspiración, sucesos inexplicables, disturbios, ley marcial, una ciudad antigua y olvidada, una nave en rumbo de colisión con la Tierra... El uno por ciento de la población mundial superviviente sigue decreciendo. TERCERA PARTE: LOCALIZACIONES Y PERSONAJES ● Ginebra: Carlo Adams (director del CERN) ● Estación Espacial Internacional (ISS): Susan Shepherd (astronauta) ● Nave Deep Space: Jereth Williams (piloto) ● Océano Pacífico: Ryan Davis (militar) ● Jerusalén: Moshé (rabino) y Ahmad...

«ROMPISTE LAS REGLAS, PEQUEÑA HUMANA. AHORA ME PERTENECES». Soy un lobo alfa, uno de los más jóvenes de Estados Unidos. Puedo elegir a cualquier loba de la manada como pareja. Entonces, ¿por qué estoy cortejando a mi vecina, la sexy abogada? En el momento en que percibo el dulce aroma de Amber, mi lobo quiere reclamarla. Merodearla es una mala idea, pero no sigo las reglas. Amber actúa de forma muy formal y apropiada, pero también tiene un secreto. Puede que no le gusten sus habilidades psíquicas, ser una visionaria, pero son un regalo. Debería dejarla ir, pero la forma en que ella ...

Alexandra y Gabe llevan años cruzándose pero nunca se han atrevido a dar un paso más. Puede que les haya llegado el momento... La nueva novela de romance contemporáneo de Luciana V. Suárez. Alexandra y Gabe, por siete años consecutivos, se cruzan en Nueva York. La atracción entre ellos es patente a simple vista, sin embargo, no intercambian ni una palabra durante ese tiempo ni tampoco saben cómo se llama el otro. Siete años más pasan en los que la separación se hace latente, aunque, de alguna forma y sin que lo supieran, se mantienen cerca. Y vuelven a verse cuando ella visita a su ...