Tú y yo

Con una estética a medio camino entre el melodrama, las novelas de Manuel Puig y los thrillers policiales, Dany Salvatierra nos presenta una cautivante novela en tres actos protagonizada por una diva en decadencia. Jacqueline Metalius es una leyenda viva de las telenovelas latinoamericanas. Arrolladora, indómita y de carácter volcánico, decidió enfocarse en su carrera antes que en su vida personal. Un día, en medio de las grabaciones de su más reciente producción en Miami, recibe un mensaje anónimo de quien parece ser su difunta madre, asegurándole que no está muerta. A partir de...

Pétalos de Carne es una compilación de relatos cortos de horror y humor negro escritos pero nunca publicados por el autor uruguayo Gerardo Bloomerfield. Algunos cuentos se enmarcan en el humor absurdo y otros en el horror ultra gore que ha caracterizado al autor desde los inicios de su carrera. Es el primer libro impreso del autor tras un período de diez años publicando solo en formato electrónico y de forma aislada sus cuentos sin compilarlos en una antología como era su tradicional formato. Varios de los cuentos incluidos en el libro son extremadamente gráficos y no deben ser leídos ...

Jazmín regresa a la casa de su padre, Santiago, a quien jamás conoció. La intención de la adolescente es recuperar los fragmentos de su propio pasado, pues sospecha que estos fueron eliminados deliberadamente, aunque ignora por qué. Ahora, la casa se ha convertido en una especie de museo en honor de su antiguo dueño. El museo a la memoria de tu padre está cuidado por Clara, la incondicional y verborrágica amiga de Santiago. La casa -y Clara- conserva los fantasmas del pasado que Jazmín pretende atrapar para recuperar buena parte de su identidad perdida o inducida a permanecer...

En el interior de Emilio de Castbaleón se ha hecho el silencio. Para sus sentidos solo existen el arco, la f echa y la diana situada al fondo del estadio. Contiene el aliento mientras apunta y cuando siente que el momento ha llegado, exhala. En ese mismo instante suelta la cuerda y libera la saeta. El proyectil surca veloz la distancia que separa al arquero de la diana y hace un blanco perfecto en el centro de esta. Recién entonces, Emilio regresa y vuelve a sentir la caricia de la brisa sobre su piel, oye los vítores del público que lo ovaciona de pie y en su rostro se dibuja una sonrisa ...