Erwin Schrödinger fue un físico austriaco que se destacó como una de las figuras más prominentes en la historia de la mecánica cuántica. Nació el 12 de agosto de 1887 en Viena, Austria, en el seno de una familia de ascendencia alemana y judía. Desde una edad temprana, mostró un interés notable por la ciencia y la filosofía, lo que lo llevaría a tener un impacto duradero en ambos campos.
Schrödinger estudió en la Universidad Técnica de Viena y luego en la Universidad de Viena, donde se graduó en 1910. Tras completar su formación, trabajó en varias instituciones de investigación en Europa, incluidas la Universidad de Berlín y la Universidad de Zúrich. Su trabajo inicial abarcó diversas áreas de la física, pero su interés por la mecánica cuántica floreció durante la década de 1920, un período crítico en el desarrollo de la teoría cuántica.
En 1926, Schrödinger publicó uno de sus artículos más influyentes, donde presentó la famosa ecuación de Schrödinger, que es fundamental para la mecánica cuántica. Esta ecuación describe cómo el estado cuántico de un sistema físico cambia con el tiempo y es crucial para comprender fenómenos como la dualidad onda-partícula. Su propuesta revolucionó la forma en que se entendían los sistemas cuánticos, y su trabajo fue fundamental en la conceptualización de lo que hoy se conoce como la interpretación de Copenhague de la mecánica cuántica.
Además de su trabajo en la ecuación de Schrödinger, el físico austriaco es conocido por su famoso experimento mental conocido como el gato de Schrödinger. Esta paradoja fue diseñada para ilustrar las extrañas implicaciones de la mecánica cuántica, en particular la idea de la superposición. En este experimento, un gato imaginario se coloca en una caja cerrada junto con un mecanismo que tiene un 50% de probabilidad de liberar un veneno. Según la mecánica cuántica, hasta que la caja sea abierta, el gato se considera simultáneamente vivo y muerto. Este concepto ha sido ampliamente discutido y continúa siendo una referencia importante en debates sobre la interpretación de la mecánica cuántica.
Por su trabajo pionero, Schrödinger recibió el Premio Nobel de Física en 1933, junto con el físico británico Paul Dirac. A lo largo de su carrera, desempeñó varios roles académicos en distintas universidades, incluidas la Universidad de Berlín, la Universidad de Zúrich y el Instituto Tecnológico de Zúrich. Durante el ascenso del régimen nazi en Alemania, su estatus de físico judío lo llevó a dejar su país natal, lo que lo llevó a trabajar en instituciones en Inglaterra e Irlanda.
En 1940, Schrödinger se trasladó a Dublín, donde aceptó un puesto en el Instituto de Estudios Avanzados de Irlanda. En esta etapa de su vida, no solo continuó sus investigaciones en física, sino que también exploró su interés por la filosofía de la ciencia y la biología. En su obra titulada "¿Qué es la vida?", publicada en 1944, Schrödinger planteó preguntas sobre la naturaleza de la vida desde una perspectiva física y cuántica, lo que influiría en futuros desarrollos en biología molecular.
A lo largo de su vida, Schrödinger también se interesó por la filosofía, y su pensamiento estuvo influenciado por las ideas de Arthur Schopenhauer. Su visión del mundo cuántico fue a menudo considerada como una forma de idealismo, en contraposición a las interpretaciones más materialistas de la realidad física. Esto lo llevó a participar en debates filosóficos sobre la naturaleza de la existencia y la conciencia.
Erwin Schrödinger falleció el 4 de enero de 1961 en Viena, dejando un legado que sigue influyendo en la física y la filosofía contemporáneas. Su trabajo no solo profundizó en la comprensión de la mecánica cuántica, sino que también abrió nuevas avenidas de pensamiento en la ciencia, la biología y la filosofía. La influencia de su teoría y sus contribuciones a la ciencia continúan siendo estudiadas y celebradas en la actualidad, consolidándolo como uno de los grandes pensadores del siglo XX.