Los Buenos Vinos en la historia II

LOS DÍAS DE MI VIDA comenzaron por una decisión de Dios. Yo no nací por mi propia decisión, ni por una decisión que hicieron mis padres; pues ellos no me conocieron hasta el día de mi nacimiento. - Desde ese momento, los días de mi vida continuaron en medio de una familia que me rodeó siempre de mucho cariño y que me introdujo en la Iglesia Católica por medio del bautismo cristiano. - Ingresé luego en la Orden de los Agustinos Recoletos que enriqueció los días de mi vida con una excelente formación académica y espiritual. - Allí me prepararon con dedicación y esmero para...

(PREFACIO)"DIARIO DE UN SEDUCTOR: BIOGRAFÍA NO AUTORIZADA" es una obra maestra de un doble carácter: ficción y, al mismo tiempo, también no es ficción. Esto es, entre otras cosas, en la primera y segunda unidad, en forma poética, en la forma de una novela, que narra, a pesar de la primera persona, la ficción aventuras y/o situaciones de la vida cotidiana amorosa de un joven millonario, incluso en la casa de los treinta años que, a su vez, se convierte en su vida sólo si concentrarse en ganar más dinero y, en la misma pista, recopilar el mayor número posible de mujeres, no se hace...

El Otro Lihn explores the cultural endeavors of Enrique Lihn through a number of key viewpoints offered by professors, writers, artists, and family members. The voices of seventeen people explore the poet's critical posture toward Chilean and Latin American culture and describe in detail the many challenges Lihn faced when undertaking the creation of a heterogeneous body of work -poetry books, plays, novels, essays, videos, "happenings" and the comic book Roma, la loba. The interviews set Lihn's life and work against important Latin American historical events such as the repressive cultural...

Nacido en 1880 en el norte de México, Álvaro Obregón se convertiría en uno de los más prominentes líderes de la Revolución Mexicana, presidente de su país y artífice de la institucionalización del poder posrevolucionario. Famoso por nunca haber perdido una batalla —algo que pocos generales en la historia pueden presumir—, Álvaro Obregón poseía un agudo sentido del humor y una visión de estado como pocos