Las diez mil vidas de Milo

Em Perdidos acompanhamos a trajetória da impaciente e não muito simpática Winifred Rudge, uma escritora de livros infantis em busca de inspiração para seu novo romance. Para isso, resolve sair de Boston e ir até a Inglaterra, com destino à casa de John Comestor, primo e amigo confidente. Ao chegar lá, no entanto, depara-se com situações inusitadas: o desaparecimento repentino do anfitrião, uma vizinha enlouquecida, ruídos aparentemente inexplicáveis...

En un mágico San Francisco de 1899, el nuevo milenio se acerca rápidamente. Por supuesto, nuevos inventos ocurren cada día, algunos maravillosos, otros mundanos mientras las calles producen un nuevo asesinato cada noche. Con este telón de fondo desaparece una joven de la alta sociedad, Helena Brandywine, se encargará, junto con su criado de confianza, de descubrir lo que ha pasado. ¿La mujer se enfrentó a las bandas del Barrio Chino? ¿A qué horrores pudo haberse expuesto? Descubre esta Era Dorada mientras Helena descubre los secretos de su familia. El bien y el mal, donde el peligro...

Sacha Winters is cursed. An old prophecy states he will die at 18. To make matters worse, his death will set off a terrible chain of events. Taylor Montclair leads a very normal life except that she appears to be the one person who can save Sacha from his fate. The only problem is she doesn't know him. He lives in Paris and she lives in London. They have just eight weeks to meet and the clock is already running

¿Que vas a vivir en el edificio más embrujado de la ciudad? Genial. Mucha suerte, Diego. Las cartas cuentan la historia. La historia de Diego: llegó a la colonia Roma en 1987, se instaló con su padre en el misterioso Edificio Begur, hizo amigos. Lo normal. Pero cuentan, en realidad, una historia de fantasmas. O algo parecido. El Begur, edificio famoso que ha albergado a celebridades y que constituye un rostro emblemático de su barrio, no es lo que parece. Diego encuentra recados que no tienen autor, personas que no están ahí... Todo lo que no es normal. Ahora, en estas cartas, Diego...