La historia secreta de Tom Trueheart

En un ventoso día de primavera, Lily y su mamá se llevan al Osito al campo para ir a hacer volar las cometas. Mientras Osito está vigilando las cosas de la merienda, una cometa se lo lleva volando por el cielo, y al amainar el viento, aterriza en el bosqu

En esta ocasión, la simpática bruja Winnie y su inseparable mascota Wilbur se enfrentan a cuatro difíciles retos. En el primero ambos personajes aprovechan los días festivos para realizar un viaje junto con su amigo, el gigante Jerry. Sin embargo, las cosas se complican en el camino. En la segunda, Winnie tiene problemas con su varita mágica, así que le pide ayuda al fantasma de su tía abuela Winnifred. En la tercera, nuestra heroína organiza una reunión para tomar té. A ella asisten su tío Owen, su tía Alicia y su primo Cutberto. Muy pronto, las cosas se ponen difíciles en casa...

A traveler wrapped in a cloak walks down a lonely road. The north wind and the sun watch from above the traveler. They wonder which of them is more powerful than the other. The wind and sun make a bet to see who can get the traveler to remove the cloak. They both try their best. The wind blows with a truly powerful force. But what can the sun do? Can it win the bet by being the first to make the traveler remove the cloak?

Las gemelas Ada y Valentina no pueden quedarse de brazos cruzados ante los destrozos que ha ocasionado el último temporal en la protectora de animales. Por eso, un día, se les ocurre la idea que montar un puesto de naranjada a la puerta de casa. Sin embargo, no será nada fácil conseguir lo que se han propuesto y necesitarán la ayuda de todos los vecinos? incluso la de aquel compañero del colegio que les cae tan mal.

Some books are too evil to be ignored. They cannot be thrown away or burned. They must be buried deep in the earth. So when the Librarian tries to dispose of one vile volume, he risks being buried alive in an eerie tower. Fully translated Spanish text. Algunos libros son demasiado malvados y no se pueden ignorar, ni botar ni quemar. Hay que enterrarlos en la profundidad de la tierra. Por eso, cuando el Bibliotecario intenta deshacerse de un volumen malvado se arriesga a morir enterrado en una torre siniestra.