El lenguaje del bebé

Vivimos en los que Zygmunt Bauman denominó «tiempos líquidos». Nada se consolida, todo es fugaz y precario, superficial y perecedero. Ocurre con las costumbres, el lenguaje, los hábitos, las innovaciones tecnológicas, las corrientes de pensamiento, la moda, los objetos, los artefactos. Se impone la obsolescencia programada. La impaciencia vence a la paciencia, la banalidad a la profundidad, lo efímero a lo permanente. Y, por supuesto, lo líquido a lo sólido. En los tiempos líquidos los vínculos también lo son. Las personas se descartan como los objetos. De las relaciones se espera ...

¿Por que lo imposible tiene que ser tan jodidamente tentador?¿Como se puede controlar el deseo hacia lo imposible?Me he dejado corromper por este deseo impuro; por este sentimiento de poseer todo de ella. Deseaba protegerla, pero muy en el fondo quería destruirla. Cada segundo a su lado era una tortura.

Un cuento de Gaztea Ruiz para sus hijos y su hermana pequeña. Debajo de la alfombra de su habitación había un reino mágico con un dragón muy enfadado.

En cinco capítulos se asiste a la reflexión de una voz femenina sobre cómo su expareja la borró al terminar la relación. Esa voz se dirige a sí misma, a una amiga, a él, y escribe. En un proceso de duelo y de memoria, repasa momentos, reflexiona sobre las palabras y las no-palabras comprendiendo que ella misma aceptó ser no-nombrada. Reflexiona sobre la autonomía y las dificultades que enfrentan las mujeres, un siglo después de la escritura de “Una habitación propia”, de Virginia Woolf. Entre palabras que condenan, como esas reiteradas “estás loca”, y las que niegan, esa...