Carles Riba Romeva (1893-1959) fue un destacado poeta, traductor y ensayista español, conocido por su profunda conexión con la literatura catalana y su compromiso con la cultura y la lengua de su país. Nacido en Barcelona, Riba mostró un interés por la literatura desde una edad temprana, lo cual le llevó a convertirse en una figura integral del movimiento modernista en Cataluña.
Riba inició sus estudios en la Universidad de Barcelona, donde se graduó en Filosofía y Letras. Su formación académica le permitió desarrollar una aguda sensibilidad literaria, que se reflejaría en su obra poética. Durante la década de 1920, comenzó a publicar sus primeros poemas en revistas literarias, ganándose un lugar en el panorama cultural catalán.
Una de las características más notables de la poesía de Riba es su exploración de las emociones humanas y de la naturaleza. Influenciado por poetas como Joan Maragall y Paul Valéry, Riba adoptó un estilo modernista que fusionaba aspectos de la tradición literaria catalana con corrientes más contemporáneas. Su primer libro de poemas, “El cementiri de sincers”, publicado en 1926, fue un éxito crítico que le abrió las puertas a nuevas oportunidades en el ámbito literario.
En 1934, Riba fundó l'Editorial Proa, una de las editoriales más importantes de la época, que se dedicó a promocionar la literatura catalana y obras de autores contemporáneos. Su papel como editor y traductor fue fundamental para la difusión de obras extranjeras en lengua catalana, lo que contribuyó a enriquecer el panorama literario de la región.
Tras el estallido de la Guerra Civil Española en 1936, Riba se vio forzado a abandonar España y se exilió en Francia, donde continuó escribiendo y traduciendo. Durante este período, se destacó por su compromiso con la causa republicana y por la defensa de la lengua y la cultura catalanas, a pesar de las adversidades que enfrentaba en el exilio. Sus experiencias durante la guerra dejaron una profunda huella en su obra, que se tornó más introspectiva y melancólica.
Después de la guerra, Riba se trasladó a Argentina, donde continuó su labor literaria. En 1946, publicó su obra más célebre, “L'obra poètica”, que incluye una selección de sus poemas más representativos. Este libro es considerado un hito en la poesía catalana del siglo XX, y su influencia se siente aún en la actualidad entre los poetas contemporáneos.
A lo largo de su vida, Riba recibió varios premios y reconocimientos, entre los que destacan el Premio de la Crítica y el Premio de Honor de las Letras Catalanas. Sin embargo, su legado trasciende los galardones; su obra ha sido fundamental para la revitalización de la poesía catalana y para la preservación de la lengua y cultura catalanas en el exilio.
Carles Riba falleció en 1959 en Buenos Aires, pero su legado sigue vivo a través de su obra, que sigue siendo estudiada y celebrada en diversas partes del mundo. Su vida y su trabajo son un testimonio del poder de la literatura para trascender el tiempo y las fronteras, y su compromiso con la cultura catalana continúa inspirando a nuevas generaciones de escritores y lectores.