Heinrich Thyssen-Bornemisza, nacido el 12 de junio de 1875 en la ciudad de Múnich, Alemania, fue un destacado industrial y coleccionista de arte, conocido por su influencia en el mundo del arte europeo del siglo XX y por su papel en la expansión de la famosa colección Thyssen-Bornemisza. Procedente de una familia de industrialistas de la industria del acero, Heinrich fue el segundo hijo de August Thyssen, un magnate industrial que había amasado una considerable fortuna. Esta herencia lo colocó en una posición privilegiada que le permitió dedicarse a sus pasiones, como el arte y la cultura.
Desde temprana edad, Heinrich mostró un profundo interés por el arte, hecho que se expresó más claramente cuando comenzó a coleccionar obras en su juventud. A lo largo de los años, utilizando su considerable fortuna, acumuló una de las colecciones de arte más impresionantes del mundo, abarcando desde la Edad Media hasta el arte contemporáneo. Su enfoque era notablemente ecléctico, con obras que incluían pinturas de maestros como Rubens, Van Dyck, Goya y Van Gogh, así como obras de artistas contemporáneos.
En 1920, Heinrich se casó con la condesa Margit Batthyány, lo que lo conectó aún más a la nobleza europea. A lo largo de su vida, se trasladó a varios países, incluyendo los Países Bajos y Suiza, donde continuó desarrollando su colección y haciéndose un nombre en el mundo del arte. En 1930, se nacionalizó como ciudadano español, lo que le permitió escapar de la creciente inestabilidad política en Alemania y Europa. Su conexión con España lo llevó a adquirir una propiedad en la localidad de la Costa Brava, donde estableció una de sus residencias.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la colección de Thyssen-Bornemisza fue objeto de interés por parte de los nazis, quienes buscaban obras de arte para enriquecer sus propias colecciones. Heinrich, temeroso por la seguridad de sus obras, optó por dispersar parte de su colección por diversas localizaciones, protegiéndola de posibles confiscaciones. Después de la guerra, su pasión por el arte no disminuyó, y continuó adquiriendo obras de importancia, ampliando así la colección familiar.
Una de las contribuciones más significativas de Heinrich Thyssen-Bornemisza al mundo del arte fue su papel en la creación del Museo Thyssen-Bornemisza en Madrid, que fue inaugurado en 1992. Este museo se ha convertido en un referente cultural en la capital española, albergando miles de obras que abarcan varios siglos y estilos. La creación del museo fue un esfuerzo por parte de Heinrich y su familia para compartir su vasta colección con el público y asegurar que las obras fueran accesibles para las generaciones futuras.
Heinrich Thyssen-Bornemisza falleció el 4 de enero de 1947 en su hogar en Múnich. Su legado perdura no solo a través de su colección, que sigue siendo de gran importancia en el ámbito del arte, sino también a través de su influencia en el desarrollo de museos en España y Europa. La familia Thyssen-Bornemisza ha continuado con su tradición de coleccionista, asegurando que el acceso al arte y la cultura siga siendo una prioridad. Su vida y su legado son un testimonio del poder del arte para trascender el tiempo y las circunstancias políticas, y su nombre sigue siendo sinónimo de la belleza y la diversidad del patrimonio artístico mundial.