Un Amor en la oscuridad

Después de que su novio, un hombre que hasta su madre aprobaba para ella, la abandonara dos semanas antes de la boda, Maggie salió huyendo. A ella siempre le había importado muy poco lo que opinaran los demás, y sin embargo se estaba escondiendo. Afortunadamente, sus amigas no tardaron en dejarle las cosas bien claras. Tenía tres alternativas: sentarse y llorar, volver a casa a hacerse cargo de su galería, o ayudarlas a construir una casa para una familia que la necesitaba. Con sólo ver a Maggie, Josh Parker, maestro de obras, supo que se enfrentaba a una delicada señorita. Por mucho...

Jess, de la editorial Plaisir, se encuentra en un bar con Andrew, famoso escritor de novela erótica, a quien no duda en tender una trampa haciéndole creer que es una admiradora suya y le pide que le firme un autógrafo en unos papeles. En realidad, esos papeles son un contrato para que Andrew publique su siguiente novela con la editorial de Jess. A la mañana siguiente, Andrew despierta en una cama de hotel desorientado y, al descubrirse engañado, va a las oficinas de Plaisir a discutir acerca del contrato y a comprobar si el tanga negro que ha encontrado en la cama de hotel le encaja a...

Ella será su salvación. Él, su muso. Porque a veces los personajes saltan del papel a la realidad... Él es un actor de cine famoso, aunque hastiado de la frivolidad de Hollywood y de un matrimonio que se ha convertido en las cadenas que no le dejan ser. Ella, una Técnico en Farmacia que acaba de perder su trabajo e inmersa en una relación a distancia que parece un témpano de hielo. Para él cantar es un acto íntimo, que no puede compartir con cualquiera. Es como hacer el amor. Para ella, escribir es el modo que tiene de derramar su alma, de ser ella misma, de expresar aquello que su...

Adiós, Susana: "Ella estuvo a punto de colgarse de su cuello y pedirle a gritos qué no la olvidara, y que le pidiese que lo esperase toda la vida y toda la vida lo esperaría. Pero no hizo nada de eso. Con ademán automático asintió, moviendo apenas la cabeza. Juan se fijó en sus labios. Temblaban perceptiblemente. Los vio temblar muchas veces junto a los suyos. Era lo que más le fascinaba de ella. Aquella sensibilidad que casi se convertía en suave desmayo cuando la tenía en sus brazos. Desvió los ojos con presteza y huyó. Ya en el estribo del tren, aún dijo: —Adiós, Susana."