Torre blanca, rey negro

En el budismo, el Infierno se denomina Naraka, Nirriti y Niraya. El Naraka existe en tres maneras: las ocho regiones del Infierno de las Llamas, las regiones del Infierno del Frío y el infierno Solitario. Los cuadros que representan el Naraka eran ejecutados con el objeto de difundir el budismo, al extremo de que los sacerdotes los llevaban consigo para mostrar los horrores del Infierno y lograr las conversiones por medio del temor. Esto sucedió en Japón, particularmente entre los siglos XII y XV. El biombo que se menciona en este relato representa las ocho regiones del Infierno de las...

El Misterioso cuenta la historia de un protagonista embozado, perseguido por el pecado y la desgracia, y una joven que habita en las ruinas de un templo prehispánico de Cozumel. La novela se desarrolla en puntos disímbolos —las montañas que corren entre Tabasco y Yucatán y la Corte de Felipe II— y narra el encuentro entre los jóvenes —cuyas identidades permanecen veladas— que desatará una cadena de errores fatales para quienes, enamorados, buscan incansablemente la redención. Meléndez y Muñoz logra entretejer las complejas vidas de numerosos personajes en una narrativa que...

Ni el tiro del final es una atípica novela negra en la que, sin embargo, no faltan chantajes, traiciones, mujeres con la belleza suficiente para arruinar al enamoradizo ingenuo y perdedores que cuando quieren hacer una sinfonía les sale un tango. José Pablo Feinmann combina con maestría esos elementos para saltar los límites del género y proyectar así una luz descarnada sobre la condición humana. Escrita en 1981, con Mar del Plata fuera de temporada como escenario contracara de la ciudad feliz, Ni el tiro del final es al mismo tiempo el retrato desencantado del peronismo...

—Hola Stace. Mira esto. Está en tu cancha. Levanté la vista de mi libro a mi compañera de cuarto Emma, ​​que sostenía un periódico. —¿Qué es? Ella escaneó el papel. —Esta guardería quiere un maestro de pre kínder para su clase de 2 años. Esto tiene tu nombre por todas partes. Arrugué la nariz. —Um, no, gracias. —Pensé que querías trabajar en el cuidado de niños. —Nooooo, quiero trabajar con niños. Emma frunció el ceño. —Bueno. ¿No es enseñar lo mismo? —No. —La miré—. No quiero tener todo un grupo de críos. Quiero un trabajo de niñera....