The Church of Jesus Christ of Latter-day Saints, comúnmente conocida como la iglesia mormona, es una organización religiosa que fue fundada en el siglo XIX en los Estados Unidos. Su origen se remonta a la visión de Joseph Smith, un joven que afirmaba haber tenido una serie de visiones divinas que lo llevaron a traducir el Libro de Mormón, un texto sagrado que los miembros de la iglesia consideran como una escritura adicional junto con la Biblia.
En 1830, Smith publicó el Libro de Mormón, que narra la historia de antiguas civilizaciones en América y su relación con Jesucristo. Este texto se convierte en la base doctrinal de la iglesia y su publicación marca el inicio formal de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, que Smith organizó el 6 de abril de 1830 en Fayette, Nueva York. Desde sus inicios, la iglesia ha estado marcada por un fuerte sentido de comunidad y un enfoque en la revelación continua y el liderazgo profético.
A medida que la iglesia crecía, también enfrentó una serie de desafíos, incluyendo la persecución religiosa. Smith y sus seguidores se vieron obligados a movilizarse varias veces, primero estableciendo comunidades en Ohio, luego en Misuri y finalmente en Nauvoo, Illinois, donde la iglesia prosperó durante un tiempo. Sin embargo, en 1844, Smith fue asesinado por una turba en Nauvoo, lo que llevó a un período de crisis y una lucha por el liderazgo. Brigham Young, quien era uno de sus seguidores más cercanos, emergió como el nuevo líder de la iglesia y decidió llevar a los miembros a un territorio inexplorado al oeste del río Mississippi.
La migración a Utah comenzó en 1847, y Brigham Young y los pioneros mormones establecieron una nueva comunidad en Salt Lake City. Under Young's leadership, the church developed a distinct cultural identity and established various social, economic, and agricultural systems that helped sustain the growing population. Durante este período, la poligamia se convirtió en una práctica común entre algunos líderes de la iglesia, lo que generó controversia y críticas tanto internas como externas.
A lo largo del siglo XIX, la iglesia continuó expandiéndose y estableciendo misiones en todo el mundo. En 1890, frente a la presión del gobierno federal de los Estados Unidos y la necesidad de integración en la sociedad americana, la iglesia oficializó la abolición de la poligamia. Desde entonces, ha trabajado en la construcción de relaciones más constructivas y positivas con el resto de la sociedad estadounidense y ha enfocado sus esfuerzos en la divulgación de sus creencias y prácticas religiosas.
En el siglo XX, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días creció considerablemente en número de miembros, alcance internacional y diversidad. Hoy en día, la iglesia cuenta con millones de miembros en todo el mundo, una vasta red de templos y una organización jerárquica que incluye un presidente, quórumes del sacerdocio y líderes locales conocidos como presidentes de estaca y obispos.
La doctrina mormona se centra en la creencia en Jesucristo como el Salvador, la importancia de la revelación continua y la restauración del evangelio en los últimos días. Sus prácticas incluyen el bautismo por los muertos, la palabra de sabiduría (un código de salud), y la importancia de la familia, lo que se refleja en actividades centradas en la familia y esfuerzos para fortalecer los lazos familiares.
En la actualidad, la iglesia está involucrada en una variedad de esfuerzos humanitarios y de servicio a la comunidad, buscando representar valores de amor y compasión. Su enseñanza sobre la importancia de la autoayuda y la autosuficiencia ha llevado a la creación de diversas iniciativas para ayudar a los necesitados, tanto dentro como fuera de la comunidad mormona.
Los miembros de la iglesia son conocidos por su compromiso con la educación, el servicio comunitario y la vida familiar, y la iglesia ha producido una serie de líderes influyentes en diversos campos, desde la política hasta el entretenimiento. A pesar de enfrentarse a desafíos y controversias a lo largo de su historia, la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días sigue siendo una de las principales fes en los Estados Unidos y ha logrado establecer una fuerte presencia en todo el mundo.