Lev Tolstói, uno de los novelistas más influyentes y reconocidos de la literatura mundial, nació el 9 de septiembre de 1828 en una familia aristocrática en Tula, Rusia. Desde joven, Tolstói mostró un gran interés por la literatura y la filosofía, aunque comenzó a estudiar en la Universidad de Kazán, donde su vida universitaria no fue del todo fructífera debido a su falta de interés en las clases y su dedicación a la vida social.
Durante sus años de juventud, Tolstói tuvo una vida activa como soldado y participó en la Guerra de Crimea (1853-1856). Esta experiencia militar dejó una profunda huella en él y lo llevó a cuestionar sus valores y su vida. Después de la guerra, Tolstói regresó a su hogar, donde comenzó a escribir de manera más seria.
Su primera obra importante fue “La Guerra y la Paz”, publicada en 1869, que se considera uno de los mayores logros de la literatura mundial. Esta novela épica abarca la historia de varias familias aristocráticas rusas durante las Guerras Napoleónicas y explora temas de amor, guerra, muerte y la búsqueda del sentido de la vida. La obra es conocida por su amplio alcance, su profundidad psicológica y su meticulosa atención a los detalles históricos.
Otro de sus grandes trabajos es “Anna Karénina”, publicada en 1877, que narra la trágica historia de amor de una mujer que busca la felicidad en un mundo que la condena. Esta novela es célebre por su exploración de temas como la infidelidad, la familia y el conflicto entre el deseo personal y la moral social. La obra ha sido aclamada no solo por su trama, sino también por la complejidad de sus personajes y la honestidad de su retrato de la vida en la Rusia del siglo XIX.
A lo largo de su vida, Tolstói experimentó una profunda transformación espiritual. En sus últimos años, se alejó de la vida aristocrática y comenzó a vivir de una manera más austera y simple. Se interesó por los problemas sociales y comenzó a abogar por la educación y el bienestar de los campesinos rusos. Tolstói sintetizó estos pensamientos en obras como “El reino de Dios está en vosotros”, en la que propone una visión cristiana del amor y la no violencia.
En su vida personal, Tolstói tuvo una relación tumultuosa con su esposa, Sofía, con quien se casó en 1862. Tuvieron trece hijos, y a medida que Tolstói se adentraba más en sus preocupaciones filosóficas y espirituales, su matrimonio se fue deteriorando. La tensión entre sus ideales y su vida conyugal culminó en su decisión de abandonar su hogar en 1910, poco antes de su muerte.
Lev Tolstói falleció el 20 de noviembre de 1910 en una estación de tren en Astápovo, después de haber dejado su hogar en busca de una vida más sencilla. Su muerte fue lamentada en todo el mundo y su legado perdura hasta hoy. Su capacidad para indagar en la naturaleza humana y su llamado a la paz y la comprensión continúan resonando en la literatura y en la sociedad moderna.
La obra de Tolstói ha trascendido generaciones y su influencia se siente no solo en la literatura, sino también en movimientos sociales y filosóficos. Es recordado no solo como un gran novelista, sino como un pensador que desafió las convenciones de su tiempo y buscó un mundo más justo y compasivo.