Galatea

Casiano Pellicer fue un destacado escritor y poeta español del siglo XVII, conocido por su contribución a la literatura barroca. Nació aproximadamente en el año 1600 en una familia de la nobleza en el reino de Aragón. Desde joven, Pellicer mostró un talento excepcional para las letras, lo que lo llevó a estudiar en varias universidades, donde se empapó de la cultura y el pensamiento de su tiempo.

Pellicer es especialmente conocido por su obra La Vida de San Melchor de la Cruz, donde narra la historia de un asceta que se dedicó a la vida contemplativa y a las enseñanzas cristianas. Su estilo es característico del barroco, con una rica ornamentación y un profundo sentido de la espiritualidad. En esta obra, además de su predilección por lo religioso, se puede apreciar su interés por la naturaleza humana y las emociones que esta genera.

A lo largo de su carrera, Pellicer también escribió varios poemas que reflejan su visión del mundo y su relación con la fe. Su poesía es compleja, con un uso ingenioso de la metáfora y un profundo simbolismo. En ella, Pellicer captura la esencia del sufrimiento humano, la búsqueda de la verdad y la conexión con lo divino.

A lo largo de su vida, Pellicer fue reconocido por sus contemporáneos y su trabajo dejó un legado importante en la literatura española de su época. A pesar de las dificultades que enfrentó en su tiempo, incluyendo la censura y los conflictos políticos, su voz literaria se mantuvo firme y relevante.

Además de ser un escritor prolífico, Pellicer también se dedicó a la enseñanza y fue un influyente mentor para muchos jóvenes escritores de su época. Su compromiso con la educación y la formación cultural de sus contemporáneos fue fundamental para el desarrollo de la literatura barroca en España.

La vida y obra de Casiano Pellicer son un testimonio del fervor espiritual y el dinamismo cultural del siglo XVII en España. Su legado perdura en la literatura, y a pesar del paso del tiempo, su poesía y prosa continúan siendo objeto de estudio y admiración. La profundidad de sus escritos, así como su dedicación a la enseñanza, lo han convertido en un referente imprescindible en el panorama literario de su tiempo.

En resumen, la figura de Casiano Pellicer no solo representa la literatura barroca, sino también el compromiso con las ideas y valores que marcaron su época. Su obra sigue siendo una fuente de inspiración para los estudiosos de la literatura, y su voz resuena en la historia literaria de España con fuerza y claridad.

El Barroco literario europeo: Poesía barroca española, la prosa en el barroco español, Lope de Vega, teatro español del siglo de oro, la literatura 'seiscentista' italiana, la literatura portuguesa en el Barroco, el Barroco literario en Inglaterra, el sig

Durante el bombardeo aliado de Alemania, Hitler estaba más preocupado por la destrucción de los tesoros culturales que por la de los hogares de los alemanes. Notablemente, sus propagandistas difundieron este hecho convencidos de que revelaría no su crueldad, sino su sensibilidad: la catástrofe no consiguió aniquilar su espíritu de artista. Es imposible comprender esta forma de pensar sin entender lo que Wolf Lepenies llama «La seducción de la cultura en la historia alemana». En este fascinante y excepcional libro se analiza la historia de una polémica costumbre alemana: la de...

Obviamente, los griegos no son una tribu como las demás. Desde el momento en que hablamos del «nosotros» –de nosotros y de los otros–, inevitablemente, los griegos constituyen realmente el quid de la cuestión. De ahí el interés en situarlos en perspectiva, en confrontar las maneras de transcribir la tradición en Japón, Indonesia, la antigua Roma y entre «nuestros» griegos. o las formas en que se discuten los «asuntos comunes» –la ciudad, la paz y la guerra, la religión y su papel– en las comunas italianas o entre los cosacos, los constituyentes franceses y los griegos de...

Organizado de manera sencilla a partir de la progresión a través del tiempo, cada mapa no sólo constituye a menudo una obra de arte maravillosa por derecho propio, sino que además nos informa acerca de nuestra percepción cambiante de la tierra. Con la difusión de los rumores de nuevos descubrimientos, continentes imprecisos empezaron a ser representados en los márgenes del mundo, a menudo como ierras desconocidas. En el siglo XVIII, en los mapas de África todavía figuraba una escueta anotación para referirse al interior del continente: aíses jamás explorados por europeos. Los...