B. Pérez Galdós, conocido como Benito Pérez Galdós, fue un influyente novelista, dramaturgo y cronista español, nacido el 10 de mayo de 1843 en Las Palmas de Gran Canaria y fallecido el 4 de enero de 1920 en Madrid. Su carrera literaria se desarrolló principalmente en el contexto del Realismo y el Naturalismo, y se le considera uno de los más grandes exponentes de la narrativa española del siglo XIX y principios del XX.
Pérez Galdós provenía de una familia acomodada, lo que le permitió recibir una sólida educación. A los 19 años, se trasladó a Madrid para estudiar Derecho, aunque pronto abandonó la carrera para dedicarse a la literatura. Su vida en la capital española fue fundamental en su formación como escritor, ya que se sumergió en la vida cultural y social de la época, estableciendo relaciones con figuras destacadas de la literatura y el arte.
Su primera obra publicada fue una novela titulada La Fernandina (1867), que pasó desapercibida, pero fue solo el inicio de una prolífica carrera. A lo largo de su vida, Galdós escribió más de 40 novelas, además de obras de teatro y ensayos. Uno de sus primeros grandes éxitos fue Marianela (1878), que le permitió consolidar su reputación como autor. Sin embargo, fue con su obra Los episodios nacionales, una serie de 46 novelas que narran la historia de España durante el siglo XIX, que alcanzó el reconocimiento pleno. Esta serie aborda eventos clave como la Guerra de la Independencia y las guerras carlistas, presentando personajes y situaciones que reflejan la realidad social y política de su tiempo.
- Obras destacadas:
- Marianela (1878)
- Doña Perfecta (1876)
- Fortunata y Jacinta (1887)
- Los episodios nacionales (1872-1912)
- La de Otero (1900)
La narrativa de Galdós se caracteriza por su aguda crítica social y su profundo conocimiento de la psicología humana. Al igual que otros realistas, intentó retratar la vida tal como era, sin idealizaciones ni censuras. Sus personajes son complejos y multidimensionales, lo que permite al lector identificarse con sus luchas y dilemas. En obras como Fortunata y Jacinta, Galdós explora temas de amor, clases sociales y la condición femenina en una España en transformación.
A pesar de su éxito, Galdós también enfrentó críticas y controversias, especialmente por su enfoque en el contenido político y social, que desafiaba las normas establecidas de su época. A pesar de esto, encontró apoyo en otros escritores y en la intelectualidad de la época, y fue ampliamente reconocido como una figura clave en la literatura española.
Además de su labor como novelista, Galdós también cultivó el teatro, escribiendo numerosas obras que abordaban la política y la moralidad. Su obra teatral más conocida, El alcalde de Zalamea, demuestra su habilidad para captar la esencia de la vida española a través de diálogos ingeniosos y tramas intrigantes.
Benito Pérez Galdós fue un hombre comprometido con su tiempo y con los problemas sociales que enfrentaba España. Su activismo político y su interés por la justicia social se reflejan en su escritura, y dejó un legado literario que sigue influyendo en escritores contemporáneos y en el cine español.
En reconocimiento a su contribución a la literatura, Galdós recibió numerosos honores. En 1897 fue elegido miembro de la Real Academia Española, y su obra ha sido objeto de estudio en diversas instituciones académicas. A pesar de la fama que adquirió, Galdós mantuvo una vida sencilla y se dedicó, principalmente, a su labor literaria.
Falleció en 1920 y su muerte marcó el fin de una era en la literatura española. A pesar de su desaparición física, su obra sigue siendo objeto de estudio y admiración, y su influencia perdura en la narrativa contemporánea. Benito Pérez Galdós es recordado no solo como un gran novelista, sino también como un crítico social cuyo trabajo sigue resuena en la actualidad.