El sabor del amor

Intentaron quitarle todo cuanto era suyo. Crearon la leyenda de su locura. Y la encerraron durante cuarenta y seis años. Esta es su verdadera historia. Juana de Castilla fue la reina con peor suerte de nuestra historia. Pudo ser la soberana más poderosa de su tiempo: reina de Castilla, León, Granada, Aragón, Navarra, Sicilia y las tierras de ultramar. Pero fue traicionada por todos los hombres de su vida: por su padre, el rey Fernando el Católico; por su marido, el archiduque Felipe el Hermoso, y por su hijo, el emperador Carlos. Los tres ambicionaban algo que solo pertenecía a Juana...

Espero sobre todo haber sido capaz de recrear el espritu de la dcada de los setenta, una poca que vista en retrospectiva y comparada con lo que vino despus parece sorprendentemente inocente. Hubo en ella poco de la maldad de los setenta o de la fra codicia de los ochenta.

Esta obra de ficción gira en torno al invento del chip Pandora para solucionar el llamado "efecto 2000" en los ordenadores. El autor utiliza este hecho para crear una trama llena de acción e intriga, con ráfagas semejantes al viento que le da título, y describe con profusión los lugares de la costa de Cádiz donde se desarrolla gran parte de la acción, que entremezcla con la agitada vida sentimental del protagonista. Algunas críticas dicen: "Es la primera novela en muchos años que he leído del tirón...". "Es de las que cuesta suspender la lectura, va llevando hacia el clímax... Una ...

Un comendador de São Paulo, su mujer y su hijo se instalan en el Sertão Nordeste. Se unen a ellos un reputado cirujano de Bahía, un enólogo argentino y su hija, también de Argentina. El coronel Barreto, la criada Joelma, Pedro Lucas, Freddy y otros personajes locales se entrelazan en la trama. Y a su alrededor, en todas las direcciones, viñas y viñedos hasta donde alcanza la vista, en el paisaje más inverosímil: el calor tropical de Petrolina, en Pernambuco. Río Sol es una historia de contrastes. De paulistas controvertidos, argentinos seducidos y secretos escudriñados a orillas...