Dos millones de huevos

Vivir con un alcohólico en su vida puede hacer que la vida parezca imposible. Todos los días estás caminando sobre cáscaras de huevo. La vida puede ser estresante, incierta o simplemente mala. Una cosa es cierta. Nunca es fácil vivir con un alcohólico en su vida. Vivir con un alcohólico significa que usted tiene una persona en su vida con la que no puede contar. Si esta persona es un cónyuge, entonces usted tiene a alguien que debería tenerlo como prioridad, pero tiene el alcohol como prioridad en su lugar. No puedes contar con esta persona ni siquiera para las tareas del día a día ...

Según las estadísticas, solo pasamos unos once minutos de media concentrados en una actividad antes de que algo o alguien nos interrumpa. El cuerpo seguiría, pero la atención se nos va. Consecuentemente, toda esa atención desperdiciada en distracciones es una gran fuente de malestar, de sensación de agobio, de llegar tarde a todo, de no tener tiempo para nada, incluso de ansiedad. En esta edición revisada y actualizada, el doctor Andrés Martín Asuero, experto en mindfulness, nos ofrece soluciones efectivas en tres ámbitos fundamentales: bienestar personal (más salud, menos...

Los Sonidos del Alma es un libro de autoayuda y crecimiento personal que está formado por varias historias, algunas fantásticas, otras realistas, pero todas ellas muy humanas. Sus protagonistas atraviesan numerosos retos, crisis y aprendizajes que les llevarán a un profundo crecimiento interior. Los poemas se intercalan con la narrativa para ayudar a profundizar en las emociones y en las reflexiones que uno mismo experimenta en este maravilloso viaje de crecimiento que es la vida. Cada personaje representa un pedacito de nuestro ser, que quiere ser escuchado y tenido en cuenta, que quiere...

Este libro se dirige a todos aquellos que estén cansados de ser demasiado serviciales y demasiado complacientes por miedo a que los abandonen. A aquellos que evitan el conflicto por miedo al rechazo. El miedo al conflicto apoltrona, estanca y empobrece, por ello oprimimos y encorsetamos nuestra personalidad para agradar y que no nos castiguen. Tememos nuestra propia rabia, aceptamos la sumisión, mendigamos amor y creamos relaciones de poder en las que somos o dominantes o sumisos. Normalizamos, permitimos y pasamos por alto los abusos de baja intensidad. Creemos que ser buenos consiste en...