Ciudad satélite

La adversa fortuna de don Bernardo de Cabrera es un pieza de Antonio Mira de Amescua inspirada en la historia política de España, relata la vida de Bernardo Cabrera (Calatayud, 1289-Zaragoza, 1364). Este noble aragonés participó en la conquista de Mallorca (1343), y comandó la escuadra que derrotó a la flota genovesa y se apoderó del Alguer (1353). Consejero de Pedro III el Ceremonioso, fue acusado de traición y ejecutado tras negar su apoyo a los aliados de éste, Enrique de Trastámara y Carlos el Malo de Navarra, contra Pedro I de Castilla.

EL HOTEL DE ENFRENTE Es la historia de un pequeño niño que debe salvar su vida de las manos de un asesino en serie. Él verá pasar la muerte frente a sus ojos. Y peor aún, entenderá que habrá momentos que estará completamente solo, aun cuando sus seres queridos estén literalmente a un costado suyo. El valor, el coraje y el amor, siempre se fragmentan a causa del abandono. Pero la fe en uno mismo, siempre nos sacara adelante. A veces no necesitamos el apoyo de nadie. A veces solo necesitamos ser fuertes y persistir.

Esta fantasía erótica vuelve a contar el cuento de hadas de los Hermanos Grimm "La Abeja Reina". El Despertar de la Belleza:La Reina y el Néctar (El Bosque Encantado:El Despertar de la Belleza #1) es la primera novela dentro de la serie El Despertar de la Belleza, que vuelve a contar el cuento de hadas de la Bella Durmiente. Lily Briar siempre ha escapado del romance, pero... ¡no por falta de ofertas! Cuando seduce a un peligroso y guaperas desconocido rubio en la biblioteca, se despierta en otro mundo, muy, muy lejos de todo lo que había experimentado hasta entonces. El Bosque Encantado ...

Uno de estos fantásticos microrrelatos, como ejemplo de lo que te vas a encontrar dentro de esta novela: EL INMORTAL Al igual que otras veces, fue la casualidad la que le desveló que era inmortal. Un domingo por la mañana, mientras podaba en el jardín, aspirando el fresco de la calle, Carlos Frías se hizo un corte en la mano. Un hilo de sangre casi transparente, apenas líquido, asomó por la herida, que cicatrizó al instante. Entonces levantó la cabeza como si acabase de oír un pájaro. Se contempló la mano lastimada, sin huella ya de cicatriz; y suspiró: -¿Qué ocurre cariño?,...