El Los Ángeles de 'Érase una vez en Hollywood'.

En 'Érase una vez en Hollywood', Quentin Tarantino ha llevado a cabo -además de una excelente película- un ejercicio de nostalgia en el que homenajea a la ciudad que le vio crecer. Una sincera mirada de admiración y una carta de amor, no exenta de melancolía, al Hollywood de finales de los años 60. Se aproximaba una nueva década, y con ella una oleada de cambios que dejó atrás para siempre un mundo más ilusionado e ingenuo. La película cuenta entre sus muchas virtudes un asombroso (y merecidamente oscarizado) diseño de producción, recreando a la perfección lugares y locales...