Discurso en la academia sueca

Reticente a ponerse bajo los focos, Patrick Modiano leyó, tras recibir el Premio Nobel, un discurso bellísimo que es una auténtica arspoetica en la que desgrana las claves de su obra y su visión de la literatura. Habla aquí del temprano deseo de escribir como un modo de intentar entender el mundo y comunicarse, del solitario proceso de la escritura y de la relación del lector con el libro. Invoca a los grandes narradores del XIX –Balzac, Dickens, Tolstói, Dostoievski–, a quienes llama «constructores de catedrales», pero su siglo, el XX, requiere otro tipo de novelas, más...



