Mis malos hábitos y tú
Nunca he sido responsable, ni creo que alguna vez vaya a tomar ese camino. ¿Merece la pena? Pues no. Vivo de puta madre en mi mundo lleno de excesos (todos los que se os pasen por la cabeza, sí, y muchos más que no imagináis) y no tengo que preocuparme de nada. El problema es que, según mi familia, he llegado a un estado de descontrol tal que deciden (vaya estupidez) cortarme el grifo y meterme en vereda. Así que me veo obligado a mantener una farsa, ingresar en un centro de desintoxicación y aguantar el chaparrón. Si piensan que van a cambiarme, lo tienen claro. Me gusta mi vida tal...