Casada, seducida, traicionada...
Jamás había esperado que su escapada de dos días terminara en chantaje, matrimonio forzado y la necesidad de proporcionar un sucesor. Gabriele Mantegna poseía documentos que amenazaban la reputación de su familia, por lo que Elena Ricci decidió que sería capaz de hacer cualquier cosa para evitar su divulgación, incluso casarse con el hombre que terminaría traicionándola. Sin embargo, cuando Elena comprobó cómo las caricias de Gabriele prendían fuego a su cuerpo, se preguntó qué ocurriría cuando la química que ardía entre ellos, y que los consumía tan apasionadamente como el ...