Lunática
Por culpa de un lengüetazo de luna, una niña se convierte en niña-loba. Todos sus días son días de lobos. Y por más que su papá ruga: "Eres una niña, no una loba", y por más que su mamá la mande castigada a su cuarto; sigue estrellándose contra el piso con su bicicleta intentando alcanzar la luna. Ella conoce de sueños y de vuelos altos, sabe invocar a los espíritus de la tarde y ser un aullido que gira en la llanta que rueda jardín abajo; pero también conoce el dolor cuando te pica una abeja en el brazo, o cuando tu estómago se vacía porque no siempre te gusta estar sola. Un ...