Ferozmente amada

Es hora de cambiar la forma en que piensas que Dios piensa acerca de ti. Cuando Dios piensa en ti, no está buscando una razón para descalificarte, repudiarte o juzgarte. Él no está esperando que fracases. ¡Nunca! Él es quien nos redime cuando fallamos, el que nos califica y adopta. Somos nosotros los que nos fijamos en nuestros fracasos, no nuestro Padre. Lo que David escribió en el Salmo 139: 17-18 (NTV) sigue siendo cierto hoy: "Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí,] oh Dios. ¡No se pueden enumerar! Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y ...
