El terror privado y el terror político
En el año 2000, el anciano jefe emérito de policía D’Aiazzo, junto al comisario Sordi, su antiguo subordinado, investiga como consultor de la comisaría turinesa una serie de homicidios que parecen una obra nihilista de un sádico asesino en serie o sacrificios diabólicos de las sectas sulfúreas del Turín macabro y brujo, pero que también podrían tener causas relacionadas con el terrorismo que había azotado Italia hacía unos veinte años y que todavía pervivía al final del milenio. El monstruo acaba de forma horrible con sus víctimas apuñalándolas en una oreja con el arma del ...