Cara a cara
La adoración en el mundo cristiano de hoy se ha desvirtuado, dividida entre las experiéncias puramente emocionales y la fría liturgia. Casi postergada en exclusiva a la música y la alabanza, en muchas ocasiones se ha acabado convirtiendo en un mero t`rámite, a veces un motivo de disputas, un pálido reflejo de una iglesia sin calor, sin vida, centrada en el hombre y no en Dios. Pero eso no es lo que la Biblia nos enseña. La Biblia habla de la adoración a Dios como algo constante y contagiosos en nuestras vidas. Habla de una adoración en lo íntimo de nuestros corazones que rebosa y se ...