Cuento Del Perro Bailarn

Presente perpetuo. Mil detalles del nacimiento, niñez y adolescencia del protagonista están pasando de modo simultáneo. Cada escena se interrumpe y vuelve a comenzar una y otra vez, dramatizando la recurrencia en el tiempo. El Perro Bailarín está condenado a revivir su existencia de modo infinito. Por ejemplo, la madre no desea sufrir durante el parto, por eso carga en la bolsa un carrujo de marihuana que se fumará siempre en el mismo momento. Luego verá ella, revoloteando en la sala de labor, una mariposa negra, encarnación posible del diablo, vaticinando tragedia. El alumbramiento...